Una comisión técnica del Ministerio de Defensa visitará hoy la Academia General del Aire para investigar dónde estuvo el fallo en la reconstrucción del techo desplomado del antiguo salón de actos en la madrugada del pasado sábado.
El desplome de la techumbre del edificio ha causado sorpresa en la base militar, además de una enorme nube de polvo al caer el enorme techado convertido en cascotes, ya que las obras de reconstrucción de la cubierta acababan de concluir, lo que suponía que se estrenaba como si fuera nuevo. De hecho, bajo ese mismo techo la Academia de formación del Ejército del Aire celebró días antes del siniestro la recepción a los padres de los alumnos que comenzarán el curso el próximo 15 de septiembre. Nadie podía prever que días después acabaría viniéndose abajo.
Fuentes militares confirmaron ayer que después del citado acto, el primero que se realizaba en el edificio recién rehabilitado tras las obras, se observó que el techo había cedido y se realizó un informe con las irregularidades detectadas. Como primera medida, los responsables militares descartaron realizar cualquier acto en el viejo salón de actos, construido hace ya 70 años, a pesar de que la cubierta contaba sólo con unos días. Nadie esperaba -sin embargo- que se desplomara por completo como acabó sucediendo el sábado.
El antiguo edificio había servido como auditorio, cine y como lugar de actos militares hace años, aunque hacía tiempo que no se utilizaba. La mayoría de las recepciones tenían lugar en el pabellón de oficiales y en el club social.
Desplome anterior
La cubierta que fue recientemente sustituida estaba construida en madera y ya se había derrumbado parcialmente hace años. La dirección de la Academia General del Aire decidió reconstruir este salón para darle uso a partir de este curso, aunque no se esperaba que se viniera abajo. Fuentes de la Academia insisten en que el desplome no produjo daños alrededor y que no los cascotes no llegaron a rozar ni un coche.
El desplome de la techumbre del edificio ha causado sorpresa en la base militar, además de una enorme nube de polvo al caer el enorme techado convertido en cascotes, ya que las obras de reconstrucción de la cubierta acababan de concluir, lo que suponía que se estrenaba como si fuera nuevo. De hecho, bajo ese mismo techo la Academia de formación del Ejército del Aire celebró días antes del siniestro la recepción a los padres de los alumnos que comenzarán el curso el próximo 15 de septiembre. Nadie podía prever que días después acabaría viniéndose abajo.
Fuentes militares confirmaron ayer que después del citado acto, el primero que se realizaba en el edificio recién rehabilitado tras las obras, se observó que el techo había cedido y se realizó un informe con las irregularidades detectadas. Como primera medida, los responsables militares descartaron realizar cualquier acto en el viejo salón de actos, construido hace ya 70 años, a pesar de que la cubierta contaba sólo con unos días. Nadie esperaba -sin embargo- que se desplomara por completo como acabó sucediendo el sábado.
El antiguo edificio había servido como auditorio, cine y como lugar de actos militares hace años, aunque hacía tiempo que no se utilizaba. La mayoría de las recepciones tenían lugar en el pabellón de oficiales y en el club social.
Desplome anterior
La cubierta que fue recientemente sustituida estaba construida en madera y ya se había derrumbado parcialmente hace años. La dirección de la Academia General del Aire decidió reconstruir este salón para darle uso a partir de este curso, aunque no se esperaba que se viniera abajo. Fuentes de la Academia insisten en que el desplome no produjo daños alrededor y que no los cascotes no llegaron a rozar ni un coche.
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